Patri, Claudia. Cruzamos. Derecha, todo recto. Hace frío, llueve. Reímos a carcajadas sin parar por alguna estupidez.
Izquierda. Calle que te moja los pies cuando menos te lo esperas.
Cruzamos de nuevo. Izquierda. Linares Rivas. Miguel, Héctor y Cristian. Seguimos riéndonos sin parar.
Pienso: Es martes, tiene que estar. Sonrío sin pensar.
Seguimos. Derecha de nuevo. Se me altera el corazón. Nadie lo nota pero se me va a salir del pecho.
Quedan pocos metros.
Miro despistada. No está. ¡Joder! ¿Por qué? Yo necesito verle. Aunque tenga que ser de esta manera.
Se me relaja el corazón. Saco las llaves y entro en casa.
Me miro en el ascensor. Unas pequeñas lágrimas caen de mis ojos, pero las disimulo bien.
Otro día más. Otra semana. Sin él. Sin su presencia. Sin su olor, su forma de ser... Sin su sonrisa.
Sólo necesito verle. Una vez más. Con eso basta para recordarle toda la vida.
Tú dices, sigue adelante, pero..., ¿a dónde voy?
Agarrate al tiempo que no te va a esperar guapa :)
ResponderEliminarYo nunca me canso de esperar. Siempre lo que deseamos llega.
ResponderEliminarMuah!